jueves, 29 de diciembre de 2011

Vietnam: Hanoi, Sapa y Halong Bay

Tras casi dos días, entre escalas, vuelos y diferencias horarias, llegamos a Hanoi, capital de Vietnam. El viaje se nos hizo largo y cansado ya que apenas dormimos unas pocas horas y además pese a que llevábamos el forro polar, pasamos mucho frío tanto en los aeropuertos como en los aviones. La verdad es que no entendemos muy bien qué perra les ha entrado con poner el aire acondicionado a tope. Nos pasó algo muy curioso en el aeropuerto de Bombay. Teníamos una escala de diez horas, tiempo más que suficiente para visitar la ciudad, sin embargo no nos quedaba ni una rupia, ni tampoco demasiadas ganas, así que decidimos que esperaríamos tranquilamente en el aeropuerto. Cuál fue nuestra sorpresa, que al cambiar a la terminal de vuelos internacionales, cuando quisimos acceder a su interior, un policía nos dijo que sólo podíamos entrar tres horas antes de nuestro vuelo. La otra opción que nos dieron fue esperar en la calle o pagar, que es lo que finalmente hicimos, para poder estar en una sala de espera que tienen habilitada, según ponía, para visitantes, pero que estaba llena de viajeros como nosotros. Una vez más, "Incredible India" tal y como rezan algunos anuncios publicitarios en este país.
Por otro lado, nos llamó mucho la atención la cantidad de medidas de seguridad que hay en los aeropuertos indios. Fueron incontables los controles por los que tuvimos que pasar, tanto al llegar, como al cambiar de terminal, y la gran presencia policial y del ejercito, ametralladora en ristre. Sin embargo, pese a todo ello, una navaja multiusos que llevábamos en el equipaje de mano, sin nosotros saberlo, consiguió volar en los aviones que nos llevaron desde Trivandrum, en el sur de la India, pasando por Bombay, hasta Bankgok, donde la interceptaron al pasar por el escáner.

Cuando llegamos a Hanoi el tiempo estaba nublado y hacía frío, bueno al menos eso nos pareció. Claro que puede ser porque habíamos pasado de treinta y tantos a quince grados de temperatura. Ya empezábamos a echar en falta el calorcito de India.

¿Qué decir de esta ciudad? Comenzaremos por las explicaciones que nos dio nuestro guía de la Bahía de Halong. Su nombre significa ciudad dentro del río, ya que la atraviesa el Río Rojo. En ella viven más de seis millones de habitantes y suponiendo que cada familia estuviese formada por cuatro miembros, tres de ellos tendrían motocicleta. Esto es así porque sus ingresos no les permiten poder comprarse un coche. Así que, en horas punta, el colapso del tráfico es tan absoluto, que ni siquiera los peatones podemos cruzar las calles porque no hay un sólo hueco por el que pasar. Ha sido muy divertido ver cómo un enjambre de motos se iba acercando por la carretera, mientras nosotros la atravesábamos y cómo caminando despacito, sin titubear, ellas nos iban esquivando. A veces, cuando les vemos, pensamos que la moto es una prolongación de su cuerpo, ya que les acompaña a todas partes. Es increíble, porque algunos no se bajan ni para hacer la compra. ¿Que cómo es posible? Pues porque por toda la ciudad, en plena calle, hay gente vendiendo todo tipo de cosas y comida. Se detienen donde les interesa, compran y se van. Los que se bajan de la moto, la aparcan en la acera, así que las aceras están ocupadas por ellas, por los puestos de los vendedores, los pequeños restaurantes improvisados o los talleres, que efectúan sus trabajos de soldadura, pintura etc,..en medio de todo este barullo. Sin duda, en las calles de Hanoi el peatón es el gran discriminado...




Una calle de Hanoi, el tren pasa por el medio

Nosotros nos alojamos en la parte vieja de la ciudad. Las calles de esta zona están organizadas por gremios. Nuestro hotel estaba en la calle de los cacharros de cocina de acero inoxidable, y muy cerca, estaba la de las pinturas sintéticas, la de los objetos de plata, y la de las costureras. Es una buena forma de orientarte en este lío de calles. Hay lugares interesantes para visitar, pero lo mejor es dejarse perder, caminando entre calles. Nos ha gustado mucho pasear por los alrededores del lago Hoan Kiem y comprobar la pasión casi enfermiza que tienen los vietnamitas por la fotografía, o ver a multitud de recien casados haciéndose el reportaje de boda...


En el templo de la literatura nos encontramos con una fiesta de graduación y a cientos de jovencitas haciendo posados que ni las modelos profesionales.

También el lago del oeste merece una visita, es una mezcla de altos rascacielos y casas no tan modernas, que se reflejan en su superficie con la misma nitidez que como si de un espejo se tratara.



Visitamos también el complejo de Ho Chi Min, en cuyo mausoleo los vietnamitas mantienen una actitud de respeto reverencial. Tuvimos suerte ya que no estaba de vacaciones (dicen que se lo llevan a Rusia...) y pudimos ver su cuerpo embalsamado. De camino a este lugar, conocimos a Rina, una chica japonesa que andaba un poco perdida y con la que estuvimos un par de días.


¡Y cómo no!, toca hablar de comida. Aqui la especialidad es la sopa de noodles o pho bo, el rollito de primavera relleno de pescado, verduras o mixto, y luego otros alimentos un poco más exóticos como el perro, las ratas o la serpiente. Según nos han explicado, comer perro no es algo que se haga todos los días ni mucho menos. Se come a finales de mes, nunca al principio y se supone que da buena suerte para el mes siguiente. En cuanto a las ratas, es un plato muy apreciado, y sólo se comen las que viven entre los arrozales y patatales. Todavía no hemos tenido oportunidad de probar estas exquisitices, aunque sí que las hemos visto a la venta en el mercado y la verdad, da un poco para atrás. Jon dice que en cuanto tenga oportunidad, probará todos estos manjares.


En cualquier lugar de la ciudad montan una mesa, unos cuantos banquitos y a comer!!

En Hanoi hemos estado cuatro noches. En el hotel en el que estábamos alojados nos vendieron la excursión para ir a Sapa, una zona de montaña en el norte del país. Desde el momento en que llegamos a este hotel, nada más bajarnos del taxi, ya estaban intentando vendernos todos los tours que tenían. Cada mañana nos preguntaban a ver si ya habíamos decidido qué ibamos a hacer. Finalmente y tras mirar en varias agencias lo hicimos con ellos. No era lo que queríamos, pero cuando viajas con el presupuesto muy ajustado, a veces sale más económico contratar este tipo de tours que hacerlo por tu cuenta.

Sapa está a 1300m de altitud y se accede por una carretera de montaña desde Lao Cai, localidad que hace frontera con China y a la que llegamos muy temprano por la mañana tras pasar una plácida noche en el tren. Estábamos profundamente dormidos cuando de repente pusieron música a todo volumen para anunciar que estábamos llegando a nuestro destino.
Lo que uno espera cuando va a Sapa es encontrarse interminables campos de arroz de color verde fosforito, salpicado de poblados de minorías étnicas, sombreros cónicos y búfalos de agua. Nosotros no tuvimos la suerte de ver este paisaje en todo su esplendor, pero disfrutamos de la compañía de los lugareños en los dos pequeños trekkings que hicimos. Aún resuena en nuestros oídos la cancioncilla que las niñas nos susurraban: "you buy something to me" repetida unos cuantos millones de veces... El trekking fue bastante flojillo (anduvimos como máximo unas tres horas), el tiempo nublado y frío y como era de esperar, nuestra guía nos hacía parar en cada tienda o restaurante, a ver si picábamos algo. Pese a todo ello, nos lo pasamos muy bien charlando con la gente de nuestro grupo, sobre todo con Tania, una chica suiza que actualmente vive en el norte de Tailandia y que está de vacaciones con sus dos hijos. Esperamos encontrarnos nuevamente con ella.


Campos de arroz en terrazas


El mayor, desde muy pequeño, cuida de sus hermanos menores. Jugando dentro de una tubería de hormigón


Mujer de la etnia Ta Van. No paraba de sonreir.


De la etnia de los H´mong negros. Son tremendamente bajitos y aparentan una edad mucho menor de la que tienen.



Después de Sapa, nos fuimos a la Bahía de Halong. Era un sitio al que le teníamos muchas ganas y queríamos que saliera bien. Así que pensamos que ya que lo íbamos a hacer organizado, no iríamos a lo más barato porque habíamos leído que en muchas ocasiones por ahorrarse unos duros, la experiencia había resultado bastante decepcionante. Fue una excursión de tres días con otras nueve personas de diferentes nacionalidades, con las que compartimos la Nochebuena y la Navidad. El primer día comimos en el barco y por la tarde había programadas varias actividades que no se pudieron realizar porque el barco se quedó encallado en un banco de arena y les costó mucho tiempo sacarlo de allí. Así que el guía, en un ejercicio de improvisación, decidió un poco antes de que el sol se pusiera, subir a una pagoda para ver el atardecer y hacer media hora de kayak, a toda pastilla y más que nada para cubrir el expediente. Al día siguiente, por la mañana, nos llevaron a una gruta, en la que había millones de personas y más tarde desembarcamos en una isla donde dimos un bonito paseo, un rato en bici y otro caminando. Por la tarde tocaba hacer kayak y he aqui nuestra pequeña aventura en la Bahía de Halong. Desde el primer momento tuvimos problemas para gobernar la canoa y nos íbamos quedando rezagados, aunque como podíamos acabábamos alcanzando al grupo. Sin embargo, en una de éstas, nos quedamos tan atrás que les perdimos completamente de vista. Nosotros intentábamos avanzar pero la embarcación no hacía más que dar vueltas. Así que de repente, nos encontramos completamente solos en mitad de una bahía y sin saber muy bien hacia dónde teníamos que ir para volver a nuestro barco. Como el chaleco salvavidas tenía un silbato, nos pusimos a silvar, pero el tiempo pasaba y nadie venía a buscarnos. Empezábamos a estar un poco desesperados, sobre todo temiendo que se nos pudiera hacer de noche, cuando pasó un barco grande al que pudimos pedir ayuda. Pero no se quedó lo suficientemente cerca, así que nos gritaban que fuéramos hacia ellos. Qué más hubiésemos querido, si el problema era precisamente que la canoa tenía vida propia e iba hacia donde le venía en gana... Finalmente, al cabo de un buen rato y con una buena dosis de cabreo en el cuerpo, apareció nuestro barco al rescate de estos dos naúfragos.
¡Qué aburridos serían los viajes sin anécdotas como éstas con un final feliz!
Después de todo ésto, sólo resta por decir que es uno de los lugares más espectaculares que hayamos visto hasta el momento. De las aguas color esmeralda del golfo de Tonkín se yerguen miles de islotes cubiertos de vegetación, pequeñas calas, cuevas, y pueblos de pescadores flotantes que le dan un toque pintoresco. No hemos conseguido hacer ninguna foto que le haga verdaderamente justicia, pero aqui dejamos unas cuantas para abrir boca.






URTE BERRI ON DENOI!!!

12 comentarios:

Iñaki dijo...

Urte berri on bikote.

Divertido relato de vuestras primeras peripecias en Vietnam, ya podemos ir con vosotros en canoa (si queremos perdernos en el lago, claro jejej). Qué bien que esteis disdrutando de ese país, a ver si lo encontráis un poco más organizado y con más fundamento que la India. Las fotos muy guapas, sobre todo las de la gente, que sale muy natural y espontánea, aunque estén posando, supongo que es porque os ven como gente buena y cercana (cómo se nota que no os conocen jejeje).

Pues nada, seguid descubriendo lugares, conociendo gente, dejando vuestra huella por ese mundo oriental, tan lejano para nosotros pero tan cercano a través de vuestras historias.

Que recibais bien el año, en compañía de gente de todo el mundo, y que el 2012 siga siendo para vosotros un año de aventura, eso sí, sin canoas :-)

Un beso grande de Julen, Amaia e Iñaki.

Iñaki dijo...

Se me olvidaba añadir:

Feliz año para todos los colaboradores de este blog viajero. Nos seguimos "viendo" en el 2012.

URTE BERRI ON

Anónimo dijo...

Nos hemos reido un rato con vuestras aventuras, y os deseamos que sigais disfrutando de vuestro viaje, nosotros lo hacemos desde aqui.
Un abrazo y FELIZ AÑO NUEVO para todos

FAMILIA MARAÑA

Xabier Mendizabal dijo...

Por lo que veo, las cosas van viento en popa a toda "canoa" (je je je). Yo que vosotros, no me apuntaba al conquistador del fin del mundo, porque en vez de en el faro, igual apareceis en el Perito Moreno.
Veo que Vietnam es otro mundo, dentro de este mundo lleno a su vez de muchos mundos. La India quedó atrás; seguro que ahora la vereis como algún sueño ya lejano.
Estais prácticamente en las antípodas, pero aunque lejos, estais a nuestro lado, pues las tecnologías nos ponen a vuestro lado.
No me equivoco si digo que vuestro viaje os dará para escribir un libro, lujosamente ilustrado con esas magníficas fotografías, dignas de un libro de semejante valor testimonial. Este viaje da para eso y mucho más, aparte de que cambiará para siempre muchos esquemas existenciales que dabais por hechos y lógicos.
Vivimos en un mundo globalizado, aunque las grandes distancias y el "modus vivendi" de muchos pueblos y culturas nos enseñan que, afortunadamente, nadie es el "centro del universo", en un mundo tan diferente pero tan sorprendentemente igual en muchos aspectos, sobre todo en el humano. El 2012 está llamando a nuestra puerta, año que para mí marca el inicio de un nuevo cambio de dígito en mi vida (en marzo-el 28- cumplo el medio siglo, un momento especial en la vida de cualquiera). Abramos esa puerta, y dejemos que se cuele por ella el aire fresco, en un mundo que se mueve, para bien o para mal (esperemos que para lo primero). Os deseo una feliz entrada en el nuevo año, y que vuestro periplo por aquellos remotos lugares sea todo lo fructífero que esperais. Yo también quiero saludar a esa familia trintxerpetarra, que se deja caer por aquí, y desearles lo mejor para este difícil nuevo año, y en general, lo mismo para todos aquellos colaboradores que dejan aquí sus valiosas letras, sus valiosas opiniones, sus valiosos deseos, acerca de un sueño que un día forjasteis, y que se está haciendo realidad¡ZORIONAK ETA URTE BERRI ON!.¡Besarkada aundi bat!.

Xabi Mendizabal.

Anónimo dijo...

Kaixo todos,

Yo sigo vuestros comentarios desde el silencio, pero esta vez quería unirme a vosotros para agradeceros por hacer aún más interesante si cabe este precioso blog.

Eskerrik Asko eta Urte Berri On!!

Idurre

Anónimo dijo...

¡Qué experiencia más enriquecedora tiene que ser el acabar y comenzar el año en otro país, con otras costumbres y rodeados de gente desconocida que se convierten en parte de vuestra vida durante unas horas! Siempre que veo Memorias de Africa, concretamente la fiesta de celebración de fin de año, cuando Denys aparece de la nada y le saca a bailar a Karen, sueño con pasar un fin de año en otro lugar, en Africa, en Vietnam… con mis amigos.

Por eso, esta noche, cuado suenen las campanadas y le pegue un buen trago al champán, soñaré que un trozo de mí está con vosotros, allí donde lo celebréis.

Urte Berri On (Chúc Mừng Nǎm Mới,), Jon, Silvia y Bloggeros.

Estibalitz

Anónimo dijo...

Qué bonitas fotos!!! Tiene buena pinta ese lugar y la comida que Jon no para de comer mientras le sacan la foto, jajaja. Me alegra ver que todo sigue bien y que os adaptáis allá por donde pasáis... Realmente imagino que al hacer un viaje en el cual todo cambia día a día de una manera tan grande, los meses que lleváis se os harán como si llevárais años... aunque veáis cierta rutina en vuestra aventura, esa rutina seguramente sea más rica en diversidad que la que nosotros podemos tener aquí diariamente.
Aunque estemos cada uno en una punta, os tengo en mi corazón, por ello os siento tan cerca, casi como si estuviérais a mi lado... jajaja, ha quedado romántico como lo de memorias de africa de Estibalitz... jijiji, es que es una romántica.
Urte berri on bikote!!! y también para los compañeros de blog...
Un saludo de vuestro amigo.

Ander.

Anónimo dijo...

Chicos, GRACIAS por curraros tanto el blog. Ya os lo he dicho alguna vez, pero repito: las fotos ¡geniales! y las aventuras... sin comentarios. Os mando un abrazo fuerte de parte de Sergio y mía y sobre todo ESKERRIK ASKO eta Urte berri On!!
Josune.

Anónimo dijo...

Gracias por compartir este fantástico viaje con todos nosotros, estoy seguro que en cada uno de vuestros lectores queda un cachito de todos los sitios por los que pasáis.
Un beso desde Donosti.
FELIZ 2012!!!!!!!!!!!
Que este año sea tan fantástico como lo imagináis.
Alvaro y Arantxa

Anónimo dijo...

UAUUUUU!!!!!
ARGAZKI BIKAINAK ETA OSO ADIERAZGARRIAK, IA IA TEXTORIK GABE VIETNAM NOLAKOA DEN AZALTZEN DUTENAK.
KANOAN IMAJINATZEN ZAITUZTET ZURE IRRIFAR XARMANGARRIAREKIN(SILVIA) FARREZ LEHERTZEN ATZEAN GERATZEN ARI ZARETEN LEHEN UNEETAN. LEHEN UNEETAN DIOT ZE GERO, EZ DU BATERE GRAZIRIK EGIN BEHAR.
SEGI KANOEKIN ESPERIENTZI PIXKAT HARTZEN TA HURRENGO URTEAN, EDO EDONORK DAKI, NOIZ ARTE LUZATZEN DUZUEN BIDAIA ZORAGARRIA HAU,AGIAN, SAN PEDOK BARKATU SAN PEDROK, ESTROPADETAKO KONTRATATZEN ZAITUZTE
AUPA DONIBANEKO!
GABONAK GEHIEGI GUSTATZEN EZ ZAIZKIDAN PARTETIK, NAHIZ ETA AURTEN MARAREKIN DESBERDINAK GERTATZEN ARI ZAIZKIGUN,K BUENO,URTE BERRIA URTEROKO RUTINATIK KANPO BIZITZEA
URTE BERRI ON ZUEI ETA GUZTIOI!!!!
HEMEN GERATZEN GARENOI URTEA BEREZIA EGINGO GAITUZUE ZUEN ABENTUREI ESKER, BAINA GUK ERE IA ZERBAIT BEREZIA EGITEN DUGUN 2012 HAU AURREKO URTEETATIK ETA GURE BIZITZA RUTINARIOETATIK DESBERDINTZEKO. MUXUK

Anónimo dijo...

IKUSTEN DUZUENEZ NERE RUTINAN JARRAITZEN DUT, ZINATZEA AHAZTU ZAIT BERRIRO ERE. NOR NAIZ? IKARAGARRI GOGORATZEN ZAITUZTEDAN:
LARRA

Anónimo dijo...

Caminante, son tus huellas
el camino y nada más;
Caminante, no hay camino,
se hace camino al andar.
Al andar se hace el camino,
y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca
se ha de volver a pisar.
Caminante no hay camino
sino estelas en la mar.

menudo medio año (mas o menos) de aventuras y experiencias me e quedado enganchado leyendo y ya estoy esperando a tener mañana unas horas para poder leer el resto o un par de meses, minimo ejejej.

Un viaje increible y sin pausa!